¿Somos conscientes de cómo nos hablamos en nuestras organizaciones? Y de cómo nos escuchamos?
La Comunicación NoViolenta (CNV) sostiene que la mayoría de los conflictos entre individuos o grupos surge de la mala comunicación de sus necesidades humanas, debido al lenguaje coactivo o manipulativo cuyo objetivo es inducir miedo, culpa, vergüenza, etc. Estos "violentos" modos de comunicación, cuando son usados en un conflicto, desvían la atención de los participantes lejos de clarificar sus necesidades, sentimientos, percepciones y peticiones, perpetuando así el conflicto.
La CNV propone 4 sencillos aspectos a contemplar en el proceso de relación con la otra persona:
- Hechos: qué ha ocurrido que nos ha activado. Qué ha dicho o hecho la otra persona.
- Sentimientos: cómo me siento a partir de lo que ha ocurrido. Los sentimientos son manifestaciones de las necesidades.
- Necesidades: qué necesidad se ha activado con lo que ha ocurrido, bien porque se ha satisfecho, bien porque está sin satisfacer.
- Petición / Acción: qué voy a hacer para atender las necesidades en juego.
Ser conscientes de cómo nos hablamos y escuchamos en nuestra organizaciones y mejorar nuestro lenguaje y nuestra escucha es el primer paso hacia un entorno laboral de entendimiento.